Felipe Aguilar es un central de otro tiempo. Está en todas, defiende el área y batalla cada duelo con el linaje de los Iván Ramiro Córdoba y Mario Alberto Yepes. Pero lo hace en una época que pide a sus centrales ser más como Dávinson Sánchez, como Yerry Mina: custodiar zonas lejos de portería y pesar cuando se trata de sacar el balón.

Se fue Quintero y se fue el DIM
No cabe duda de que es apresurado esperar del Independiente Medellín una mejora notable en su primer partido post-Juan José Peláez y con un cuerpo técnico interino. Dicho esto, el rojo de la montaña es hoy el que mayores dudas deja entre los equipos llamados a comandar la liga colombiana. Su fútbol no encuentra luces ni en defensa ni en ataque, y su arribo a la final de la Copa Águila resulta un premio bastante generoso.

Naufragio esperando rescate
Tuve la oportunidad de asistir al estadio el día del segundo partido oficial del Independiente Medellín de Quintero y Zubeldía. La expectación por ver al joven y ya recorrido entrenador argentino y, sobre todo, al genial futbolista paisa era altísima. ¿Cómo no? En su primer partido, Quintero, Zubeldía y el DIM habían encendido la ilusión.

Sin salida
En un partido que pronto se quedó sin historia, Luis Carlos Arias, por momentos, lo hizo todo: cortó pases en lo que parecía más un fusilamiento de los volantes de River Plate que lanzaban a mansalva y sin oposición balones de gracia. Luego los lanzaba al espacio con precisión a un Valentín Viola que se le exigía aguantar la pelota y dar tiempo a su equipo: allí ganó y perdió, pero fue una labor irreprochable

El Campín sin los mejores
Independiente Santa Fe e Independiente Medellín se midieron en el Estadio El Campín con el gran lastre de no poder presentar sus mejores onces. Las lesiones de Leonardo Castro, Valentín Viola y ahora Juan Fernando Quintero han devuelto al Medellín a la versión parca del equipo de Christian Marrugo, sin florituras ni argumentos sólidos para ganar.