Al llegar al hotel en Medellín, el taxista me dijo: “a los paisas no se nos cae una moneda”. No hubo tiempo para explicaciones. El taxista me arrojó semejante frase y siguió con su vida.
Al llegar al hotel en Medellín, el taxista me dijo: “a los paisas no se nos cae una moneda”. No hubo tiempo para explicaciones. El taxista me arrojó semejante frase y siguió con su vida.